domingo, 16 de agosto de 2009

LA CONSCIENCIA FONOLÓGICA

El concepto de consciencia fonológica[1] en simples palabras corresponde a la capacidad para reflexionar sobre los segmentos del lenguaje oral. Surge a partir de la dificultad de reconocer, identificar y deslindar unidades de lenguaje y representarlas en una conversión entre fonema y grafema. De esta forma la consciencia fonológica trabaja con el reconocimiento y análisis de las unidades significativas del lenguaje.

El desarrollo de esta en los niños/as favorece la comprensión de la relación que existe entre los fonemas y los grafemas, además posibilitan la comprensión de saber cómo se comportan los fonemas dentro de las palabras, siendo de gran ayuda para la adquisición de la lectoescritura. Para esto el niño/a debe comprender que las palabras están formadas por sonidos individuales, que a la vez se deben distinguir como unidades separadas en un orden sucesivo.

La consciencia fonológica en el preescolar es muy importante para favorecer la posterior adquisición de la lectoescritura, la que determina en un nivel importante el éxito que poseerá el individuo en su posterior competencia lectora. Es por esta razón que el aprender a leer y escribir necesita obligatoriamente que se comprenda la naturaleza sonora de las palabras. Es por esto que al trabajar con juegos verbales se estimula la capacidad cognitiva de los niños/as para comprender la conversión entre fonemas y grafemas, lo que no se desarrolla espontáneamente; por lo que debe ser trabajado con mucha cautela para lograr los resultados esperados.

LA IMPORTANCIA DE LA CONSCIENCIA FONOLÓGICA EN EL PREESCOLAR[2]

La consciencia fonológica es fundamental para que los niños/as adquieran la lectoescritura, por lo que una forma de acercarlos al mundo letrado es ayudar a los párvulos a darse cuenta de los sonidos que poseen las palabras, y una forma divertida de hacerlo es jugando con rimas. La idea principal es que el niño/a sea capaz de disfrutar de ellas y a la vez pueda darse cuenta que hay palabras que riman y más tarde sea capaz de producir rimas también.

Uno de los muchos ejercicios que se pueden realizar con los pequeños son:

1- Leerle rimas, canciones, etc., para que el niño descubra las palabras que riman.

2- La Caja de las Rimas: Se colocan varios objetos, juguetitos, tarjetas con dibujos o fotografías. El niño debe meter en una caja sólo aquellos que rimen

3- Hacer parejas de rimas: Se colocan varias tarjetas con dibujos o fotografías en la mesa o en el suelo. El niño debe formar parejas que rimen. Más tarde, las tarjetas se pueden colocar boca abajo, e ir levantándolas de dos en dos para juntar las parejas que rimen (como en el juego del “Memory”).

4- Descubrir al intruso: Se colocan una serie de 3 ó 4 objetos, juguetitos, tarjetas con dibujos o fotografías. Todos riman, menos uno, y el niño debe “descubrir la rima intrusa”.

5- Producir Rimas: El niño debe decir palabras que rimen con nombres de niños/as, animales, etc. Por ejemplo, ante la palabra ‘oso’ el niño debería ‘inventarse’ palabras como ‘oso mimoso”, ‘oso gracioso’.

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